Esta semana asistiremos a una nueva reunión con la ACARL para negociar el convenio colectivo. En el último encuentro, los representantes sindicales nos levantamos de la mesa para expresar nuestro apoyo a los trabajadores de Bankia por los planes de la empresa de implantar una modificación de la jornada laboral no negociada.
Desde entonces poco, o nada, se ha avanzado. Bankia sigue empeñada en abrir las ‘oficinas ágiles’ en horario de tarde argumentando que así prestará un mejor servicio a los clientes. Este aspecto, la jornada, está siendo el más batallado en la negociación del convenio colectivo, pero no es el único. Además de pretender acabar con la regulación de horarios en el sector, la ACARL persigue la supresión del complemento por antigüedad o vincular las pagas de beneficios a la obtención de resultados “notablemente positivos” por parte de la entidad.
Así las cosas, tendremos que esperar a ver qué depara el encuentro del próximo miércoles, aunque nos tememos que no habrá demasiados cambios en la postura de la patronal.
En cualquier caso, el debate sobre el horario laboral sigue abierto. Mientras Bankia sigue apostado por esa apertura vespertina de oficinas, el resto de entidades no parece que vayan a seguir ese camino o, al menos, no de manera tan contundente según las últimas informaciones publicadas, aunque sí defienden una mayor flexibilidad de horarios. En el caso del BBVA, incluso, los empleados de la nueva sede corporativa en Madrid pueden decidir su horario de entrada matutina en una franja comprendida entre las 7.30 y las 10.00 horas. Con esta medida, el banco busca que sus trabajadores puedan conciliar la vida familiar y laboral.
La crisis no sólo ha modificado las relaciones laborales, también el negocio bancario en el que en los últimos años se han instalado la desconfianza y las restricciones de crédito. Según los datos del Banco de España, desde 2007 el volumen total del crédito comercial se ha rebajado casi a la mitad quedándose en los 302.811 millones. Este hecho ha propiciado una más lenta recuperación para las empresas, sobre todo para pymes, que no han podido acceder a los fondos necesarios para poner en marcha, relanzar o fortalecer sus proyectos.