ASÍ ES FINE, EL SINDICATO INDEPENDIENTE QUE GANA TERRENO EN LA BANCA
Uno de cada cuatro empleados en el sector financiero está afiliado a la federación, que suma 900 delegados sindicales
La pérdida de poder adquisitivo de 152.000 empleados del sector financiero, repartidos entre 71 bancos y 8 cajas de ahorro, está pendiente de que patronal y sindicatos de la banca lleguen a un acuerdo para renovar el convenio colectivo, después de meses de negociación y diversos actos de protesta de las plantillas. Unas movilizaciones que no cesan. Este viernes 15 de marzo las concentraciones se harán en ocho ciudades (Bilbao, Madrid, Barcelona, Málaga, Zaragoza, A Coruña, Pamplona y Murcia), como antesala de la huelga de 24 horas que está convocada para el 22 de marzo.
Detrás de las reivindicaciones, se encuentran los sindicatos CCOO y UGT, y diversas agrupaciones de independientes, entre ellas Fine, la Federación Fuerza, Independencia y Empleo que surgió en 2014 -con una historia sindical detrás- y que tiene un peso destacado en el sector. En las últimas elecciones sindicales en el sector de la banca, Fine se convirtió en la primera fuera en el grupo CaixaBank, la entidad financiera que suma más de la mitad de los delegados sindicales que hay en las antiguas cajas de ahorro. En concreto, en el grupo de antiguas cajas, Fine es la que suma más representantes, con el 32,7% del total, frente al 29,3% de CCOO y el 20,1% de UGT. En cambio, CCOO gana entre los bancos convencionales, con el 34,6%, frente al 22,3% de Fine y el 17,2% de UGT.
La presidenta de Fine, Elena Díaz, valora el papel de la formación: “contamos con aproximadamente 900 delegados y cerca de 30.000 afiliados en el sector financiero, trabajadores de bancos y de las antiguas cajas de ahorro”. “Somos una organización necesaria en el panorama sindical del sector financiero, con nuestra independencia como nota distintiva”, defiende Díaz, quien recuerda cómo ha cambiado el sector en los últimos años, fruto de la reestructuración después de la crisis financiera de la pasada década y a la que después se ha sumado la crisis económica derivada de la pandemia “que nos ha traído, además, el empuje y consolidación de nuevas formas de trabajo y cambios en la estrategia comercial del sector financiero que tienen su impacto en las tareas de la plantilla”.
Fine surgió hace 10 años de la suma entre las federaciones y secciones de CSICA y la Asociación de Cuadros de Banca ACB y a la que se han ido adhiriendo otras formaciones independientes, hasta las 13 actuales. “Fue una respuesta a la dispersión del sindicalismo independiente y la pérdida de peso en las negociaciones” y que ha tenido como resultado que, por ejemplo, “ahora somos el primer sindicado en el grupo CaixaBank, con mucha diferencia”. Pero también en Banco Sabadell, Abanca, Unicaja y “vamos ganando afiliados en otras entidades porque lo que también nos diferencia es que todos somos trabajadores de la banca que sabemos qué está pasando en las entidades y cómo se están deteriorando los derechos laborales y las condiciones de trabajo”. La formación defiende que se necesita un proceso de reestructuración acorde con los nuevos tiempos.
En opinión de Elena Díaz, “surgimos también para contrarrestar a los sindicatos de clase con representación en el sector, porque a diferencia de ellos no estamos sometidos a la presión de los políticos, somos independientes”. “Los sindicatos de clase no tienen la misma beligerancia en la banca que en otros sectores de actividad” y ahora ya no todo “se basa en el salario, aunque en estos momentos la pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores de la banca encabeza nuestras reivindicaciones, pero también vemos como se han deteriorado las condiciones de trabajo, cómo ello afecta a la calidad del servicio a los clientes, como se soporta una gran presión comercial, la gestión del teletrabajo, la consolidación de los neobancos… aspectos que han perjudicado a la plantilla que, en parte, responsabiliza de todo ello a la falta de lucha de los sindicatos tradicionales”, insiste la presidenta de Fine. De ahí que no descarten “expandir nuestra representación sindical a otros sectores”, pero de momento no puede dar más concreción.
Una negociación enquistada
Los sindicatos Fine, CCOO y UGT -con otros independientes como CICA– tienen al otro lado de la mesa de negociación a las patronales de banca (AEB), ahorro (CECA) y rurales (Unacc y Asemecc), porque lo que se negocia son tres convenios colectivos que han vencido el 31 de diciembre de 2023. El punto de partida de los trabajadores es un incremento salarial entre el 17% y el 23%, en 3 años, ante la pérdida de poder adquisitivo (por impacto de la inflación y de los tipos de interés). “Unas propuestas acordes con los beneficios récords del sector, con el incremento de retribuciones de la alta dirección, con los dividendos que reparten a sus accionistas y con lo que reivindican y merecen sus trabajadores, el principal activo del sector financiero”, reivindica Elena Díaz, presidenta de Fine.
Si bien las negociaciones se iniciaron en octubre de 2023, las posiciones siguen siendo dispares. La última oferta de la Asociación Española de Banca (AEB) y CECA ha planteado a los sindicatos una mejora del alza de las tablas salariales en banca del 8% en cuatro años y en las cajas, hasta el 7,5%, en tres años.
“Pretendemos que la subida se aborde con homogeneidad y todos los trabajadores se vean beneficiados”, considera, al reconocer que uno de los hándicaps de Fine ha sido conseguir la representación de los cuadros intermedios. Los cálculos de pérdida de poder adquisitivo varían por entidades, segmentos y funciones. Porque el plus que se negoció a principio de 2023 no ha sido igual para todos, en algunos bancos se ha absorbido, mientras que otros han hecho mejoras adicionales, recuerda. En enero de 2023, sindicatos y patronales acordaron en banca un plus de Mejora de Convenio del 4,25% sobre salario base y pagas extras del convenio, adicional al 1% para 2023.
Condiciones de trabajo 'inasumibles'
Pero a esta primera reivindicación, Elena Díaz defiende que hay otros temas tanto o más importantes que tienen que ver con los beneficios de la plantilla y con las condiciones laborales. “El peor problema, subraya, es la presión comercial a la que están sometidos los empleados de las oficinas”. El sindicato denuncia que “la forma de trabajar en las grandes entidades del sector es absolutamente inasumible”, mientras que, en el otro extremo, en las más pequeñas -las rurales, por ejemplo- “echa en falta que las decisiones se tomen tras una negociación y de forma consensuada”, problemas que hay que abordar por igual en un sector con una gran dispersión de reivindicaciones entre cajas rurales, con 5 empleados, y grupos como CaixaBank, con más de 44.000.
Las cargas de trabajo, la dotación de plantilla, los riesgos psicosociales y la consideración de enfermedades psicológicas como profesionales, también están en la lista de reivindicaciones en un sector “muy dispar porque tenemos desde las grandes entidades con plantillas de más de 40.000 empleados, a las cajas rurales que tienen unos recursos humanos más limitados”
Pero otro punto “de máxima urgencia” es el tema de los préstamos a empleados. “Con el euríbor como está, no podemos permitir que las entidades se beneficien de su propia plantilla, mientras están tomando medidas para atajar la situación financiera de multitud de clientes, también apremiados por la subida de los tipos de interés y “a los que dan soluciones atractivas para que no trasladen su nómina y su préstamo a la competencia”. “Los empleados de la banca somos esclavos de nuestra empresa, no podemos presionar con el cambio de los ahorros a otras entidades, la nómina nos tiene atados”, de ahí que exijan préstamos con un límite del tipo de interés en el 1%, hasta como mínimo noviembre de 2024 -un plazo ampliable- y la definición en el nuevo convenio de condiciones mínimas y topes tipo interés, pero con el compromiso de negociación en cada empresa para mejora de dichos mínimos.
Desde Fine, estas reivindicaciones las abandera Elena Díaz, presidenta de la formación desde 2020. Hasta esa fecha, Díaz ya estaba en SECB-FINE Sindicato de Empleados de CaixaBank desde 2004, compaginando sus funciones como adjunta a la Dirección con la presidencia del Comité de Empresa de Toledo en CaixaBank y el Área de Igualdad y Conciliación.
Los acuerdos entre sindicatos y patronales deberían alcanzarse antes de la celebración de las Juntas de Accionistas en el primer cuatrimestre de 2024. Este era el objetivo sindical, pero ahora mismo difícil de conseguir. La reunión anual de BBVA se celebra este viernes 15 de marzo, la de CaixaBank y Santander tendrán lugar el mismo día, el 22 de marzo; mientras que Banco Sabadell la ha convocado para el 10 de abril.
Artículo completo: Así es Fine, el sindicato independiente que gana terreno en la banca (elnacional.cat)
MARIA TERESA COCA
FOTO: FINE
BARCELONA. LUNES, 11 DE MARZO DE 2024. 05:30
ACTUALIZADO: LUNES, 11 DE MARZO DE 2024. 13:01