En la prensa de este lunes nos encontramos con las experiencias de varios trabajadores del sector que relatan en primera persona cómo ha cambiado su vida laboral en los últimos años, a consecuencia de la crisis.
El artículo empieza recalcando que “al empleado de la banca se le ha considerado tradicionalmente un privilegiado por ventajas como los horarios, la estabilidad o los salarios”. Sin embargo, seguidamente, reconoce que “sus condiciones laborales no han permanecido inmunes a la crisis y la profunda reestructuración del sector” y, añade, lo que es peor “un ajuste que aún no ha terminado”.
Todos los testimonios recogidos coinciden en que lo más complicado es “la creciente presión para cumplir con los cada vez más duros objetivos de venta de productos”. Incluso, uno de ellos, explica que “lo más duro es que te someten a un control casi diario de las llamadas que has hecho y los resultados que has obtenido. Hasta tenemos un ranking que nos clasifica según las ventas conseguidas. A los que están a la cola se les da un toque”. Otro va más allá: “en los 70 hacíamos todo con bolígrafo, manualmente. Ahora el trabajo administrativo casi ha desaparecido y es cuestión de tiempo que la caja se suprima por completo”.
Otro de los mitos que ha caído como consecuencia de la crisis, destaca el artículo, es la idea de que trabajar en un banco es para toda la vida.
Lo cierto es que el sector financiero ha sido de los más afectados por la crisis con reajustes, recortes, cierre de oficinas… ¡y fusiones!
El FROB ha pedido vía libre a Bruselas para la unión de Bankia y BMN. Parece que las autoridades comunitarias se muestran receptivas a la fusión de ambas entidades, bajo control del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria. Sería un paso adelante en el proceso de reordenación del mapa financiero español.
De sobra es conocido que el FMI, por su parte, quiere bancos más grandes. Si hace años era un riesgo que no se quería correr por las consecuencias que tendría el desplome de un gigante financiero, ahora se apuesta por entidades de mayor tamaño. En un reciente informe, el Fondo Monetario Internacional advierte de que “una consolidación puede ser necesaria para que los bancos sean viables”.