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CSICA defiende un buen clima laboral como ingrediente básico en las condiciones de trabajo - CSICA-ATB analiza la situación en Catalunya Banc

Lunes, 3 de noviembre de 2014  
CSICA defiende un buen clima laboral como ingrediente básico en las condiciones de trabajo - CSICA-ATB analiza la situación en Catalunya Banc

Conseguir y mantener un buen entorno laboral es para CSICA una condición indispensable para garantizar las adecuadas condiciones que requieren los trabajadores. Aspectos como la identificación con la empresa, la realización profesional, las relaciones con los superiores jerárquicos y los propios compañeros, las retribuciones económicas o las compensaciones emocionales, entre otras cuestiones, son requisitos fundamentales que inciden directamente sobre el clima laboral.

La gestión de las empresas y el estilo a la hora de dirigirlas, marcan ese entorno que, a nuestro juicio, debería ser objeto de rigurosas evaluaciones periódicas. Asimismo, las empresas deberían conocer las opiniones de la plantilla al respecto y considerar de especial interés las aportaciones de los empleados para alcanzar el clima laboral adecuado. Dada su trascendencia y potencial utilidad para ambas partes, empresa y trabajadores, el clima o satisfacción laboral debería ser uno de los objetivos a conseguir.

Por otro lado, desde CSICA-ATB se recuerda que hace ya más de siete meses se presentó un informe al presidente del Congreso de los Diputados y a los diversos grupos parlamentarios en el que detallábamos y valorábamos la situación en Catalunya Banc. El pasado 4 de septiembre nos ratificábamos en nuestra acusación de que el FROB estaba ocultando la responsabilidad del Banco de España en el ocaso de Catalunya Caixa ya que no ejerció con acierto y diligencia su papel de regulador y supervisor; además, el  FROB pretendía ocultar su responsabilidad en el nombramiento y mantenimiento del anterior Presidente, Adolf Todó. Desde CSICA-ATB nos preguntamos cómo acabará todo el asunto al tiempo que afirmamos que las “cosas” que actualmente están aflorando seguramente no responden a la casualidad.

En el plano de la actualidad, destacamos que el FROB ha acordado el envío a la Fiscalía de dos operaciones irregulares del antiguo Novacaixagalicia Banco. Según el FROB, se estima que los perjuicios económicos ocasionados por dichas operaciones ascienden a unos 210 millones de euros. Se trata de varias operaciones que dieron lugar a importantes pérdidas para la entidad y que no respondían a una finalidad económica lógica, ya que eran operaciones de financiación y refinanciación para la adquisición de inmuebles y participaciones en sociedades, entre otras. Abanca no se verá perjudicada por estos hechos ya que existen garantías contractuales que aíslan a los nuevos propietarios.

Tras los resultados de los test de estrés a los que han sido sometidos las entidades financieras, el Banco Central Europeo (BCE) asumirá desde este martes la supervisión de los grandes bancos de la zona euro con la puesta en marcha del Mecanismo Único de Supervisión (MUS). La finalidad es evitar otra crisis financiera como la actual mediante el fortalecimiento de la solvencia y solidez del sistema bancario a través de una serie de normas comunes para todas las entidades.

La nueva estructura de supervisión se divide en tres áreas. De las catorce entidades españolas sometidas al MUS, las cuatro de mayor tamaño -Santander, BBVA, La Caixa y Bankia- entrarán en el primer grupo de supervisión directa. En el segundo grupo se incluyen Liberbank, el Banco Popular, Sabadell, Grupo Cajamar, BMN, NCG Banco, Kutxabank, Unicaja, Ibercaja y Bankinter. El tercer grupo de supervisión se ocupa de las entidades financieras que permanecen bajo la supervisión directa del Banco de España, que son 81 en España.

La Unión Europea quiere acometer un proceso de reestructuración del sector bancario similar al llevado a cabo el año pasado en España, donde a base de fusiones y liquidaciones se ha pasado de 45 entidades financieras significativas a solo 15. La Unión forzará una reducción drástica del número de bancos en Europa, un proceso que podría durar una década con el que se busca menos bancos pero con mayor proyección europea.