Comenzamos la semana con la alerta de los analistas ante el más que previsible cierre de oficinas en un futuro no lejano.
El generalizado uso de las nuevas tecnologías y aplicaciones en el móvil que facilitan operaciones que, hasta ahora, precisaban de sucursales y empleados para su gestión, provocarán la desaparición de dependencias bancarias y el consiguiente recorte de puestos de trabajo en el sector. Además, el avance de funciones en los cajeros automáticos ha supuesto que ya no sean sólo un instrumento para retirar efectivo o hacer ingresos, si no que permiten una gran variedad de transacciones para las que antes se necesitaban empleados. Si a eso se le añade la necesidad de abaratar costes, aumentar la rentabilidad y ganar eficacia, todo apunta a que habrá reajustes en breve.
En estos momentos, nos enfrentamos a despidos en Banco Santander (1.200), el ERE en España-Duero (1.120) y el anuncio de un plan de prejubilaciones voluntario en CaixaBank que afectará a 500 empleados mayores de 55 años.
CaixaBank. El próximo miércoles CaixaBank presentará su propuesta. Inicialmente, se trata de un programa voluntario e incentivado para empleados de 55 años o más, y, de esta manera, rebajar la plantilla de forma no traumática, con adhesiones voluntarias al plan de prejubilaciones. De momento, se desconocen los detalles sobre las condiciones que ofrecerá el banco al personal.
Banco Santander. Cerrará unas 450 oficinas en España y prescindirá de 1.200 empleados (5% de la plantilla), la mitad por bajas incentivadas y el otro 50% vía prejubilaciones.
España-Duero. UGT, CSICA y UEA hemos presentado una propuesta conjunta para reducir los despidos y que no se produzca ninguno de modo forzoso. Insistimos en que estamos en total desacuerdo con las razones que argumenta la empresa para plantear el ERE y, especialmente, con el número de despidos. Recomendamos no extender un solo minuto la jornada laboral y, si esto sucede, el resto de compañeros debemos recordarles que con su actitud están perjudicando a los afectados.