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Hace unos días leíamos en la prensa las declaraciones del presidente de Liberbank en las que Manuel Menéndez argumentaba que se había autoimpuesto una rebaja salarial del 50% por las tensiones laborales que vive el banco. 

Con este dato, Menéndez pretendía impresionar pero no lo ha conseguido, porque los trabajadores somos muy conscientes del recorte salarial que estamos sufriendo; en algunos casos, la rebaja llega al 70% y como mínimo es del 40% por lo que la reducción del señor Menéndez no no deslumbra.

Más allá de estas cifras, que por supuesto nos importan ¡y mucho! porque nos afectan directamente, la cuestión es saber si la dimensión de la plantilla es proporcionada y si los empleados somos los responsables de la situación. ¡Ya os decimos que no!

Como adelanto, os contamos que en los dos años de vida de Liberbank los gastos de personal han bajado un 30’75%... mientras que los gastos directivos ¡crecieron un 33’65%!

Está claro que los sueldos de los directivos y los de los trabajadores han tomado caminos muy distintos. ¡Salta a la vista!

Y es más. Mientras que los costes laborales necesarios para gestionar cada millón de euros se han ajustado a la baja un 22%, el coste directivo ha aumentado prácticamente un 50%.

Llegamos a la conclusión de que cuando los directivos hablan de ‘flexibilidad’ se refieren a la flexibilidad de subir para ellos y de bajar para los demás, es decir, para los trabajadores.