CSICA se ha desvinculado del acuerdo alcanzado en el ERE de Liberbank. Consideramos que en la negociación, una vez más, se ha utilizado la “teoría del miedo”, ya que la empresa no se ha cansado de decir que “que no les temblaría el pulso para aplicar las medidas más duras en el caso de que no se alcanzase acuerdo”. Una circunstancia que ha provocado la ruptura sindical. Además, la dirección de la entidad se encargó de dinamitar nuestra propuesta conjunta al solicitar mayores ahorros de costes. Por este hecho, CSICA, STC, y APECASYC han dejado la unidad sindical. Consideramos que hemos estado negociando a ciegas, sin conocer aún el Plan de Reestructuración, el impacto de las medidas, a quienes se aplicarán, ni los ahorros que “entregamos a la empresa”, un hecho tan opaco como irresponsable.
El acuerdo para aplicar un ERE hasta el 30 de junio de 2017 lo han alcanzado la dirección de Liberbank y los sindicatos UGT, CC.OO. y CSI.F, que incluye una reducción de jornada del 30 por ciento para 1.250 trabajadores y del 18 por ciento para el resto. Además, los trabajadores con salario inferior a 30.000 euros reducirán su jornada de trabajo y su salario en diverso porcentaje según la entidad financiera de la que proceda, que en el caso del Banco Castilla-La Mancha es del 13,56%. El resto de trabajadores de Liberbank reducirán su jornada en un 18% e igualmente volverán a la jornada completa después de los 18 meses.
Por otra parte, el proceso de fusión entre Unicaja y CEISS se encuentra al borde del fracaso casi tres años después de su inicio. Parece que el FROB no va a poner el dinero necesario para satisfacer las exigencias de Braulio Medel si no acude a la oferta el 75% de los antiguos titulares de preferentes de la entidad castellano-leonesa. Por lo tanto, son éstos los que tienen la llave de la operación. Si finalmente no se llega a ese porcentaje, el FROB tendrá que nacionalizar CEISS y buscarle comprador posteriormente.
Además, en las últimas dos semanas, Unicaja ha reactivado otro frente: el del ajuste laboral. A principios de 2012 la empresa anunció que era necesario recortar el 20% del presupuesto destinado a nóminas. Unos meses después, Unicaja intentó imponer una bajada de sueldo del 10% a todos sus empleados, pero después se echó atrás y la negociación real no ha empezado hasta septiembre de este año. Y no se prevé un acuerdo inminente, dado que los representantes de la plantilla respondieron con una contrapropuesta que ahora está siendo estudiada por Unicaja. Desde CSICA confiamos en que las negociaciones lleguen a un punto común y que las medidas que se apliquen sean justas para los trabajadores de Unicaja.
A lo largo de los próximos días iremos informando puntualmente de todos los asuntos que afecten de primera mano a nuestros afiliados y afiliadas.