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Desde CSICA consideramos que los máximos responsables del ministerio de Economía, del Banco de España y del FROB desconocen la situación real de Catalunya Banc así como el valor de la entidad nacionalizada, como lo demuestra la fallida subasta, por segunda vez, de Catalunya Banc.

Para Norma Gutiérrez, secretaria de la Acción Sindical, esta ignorancia, que debe sumarse al error que se cometió en su día al nombrar presidente ejecutivo a Adolf Todó, cuestiona totalmente el Plan de Reestructuración que impusieron las instancias europeas para sanear la empresa. Añade que resulta escandaloso, quizás un delito social, que después de dos años de la anterior reestructuración de plantilla, ahora pretendan un nuevo despido de 3.000 trabajadores, después de que la sociedad haya volcado más de 9.000 millones de euros en, supuestamente, sanear el banco. A pesar de ello, la Fiscalía General de Estado sigue sin estudiar las responsabilidades de las actuaciones, tanto de los gestores como de las autoridades políticas, que han conducido a la empresa a la actual situación, ocasionando un grave quebranto social.  

La secretaria de la Acción Sindical se pregunta para qué sirven las máximas autoridades económicas del país porque estaba “cantado” que los financieros que presentaran propuestas sólo estarían interesados en las partes del negocio más rentables en términos estratégicos.