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En otoño, nuevas fusiones - Beneficios bancarios - Rebaja salarial y contratos precarios

Lunes, 17 de agosto de 2015  
En otoño, nuevas fusiones - Beneficios bancarios - Rebaja salarial y contratos precarios

Será en septiembre cuando el Banco Central Europeo presente los resultados de su primer estudio como organismo supervisor. El informe sobre el Proceso de Revisión y Evaluación Supervisora (SREP, por sus siglas en inglés) supondrá un análisis integral de las entidades y su modelo de negocio en el que quedarán especificadas las debilidades del sector, por entidades. 


Los expertos coinciden al señalar que será el momento en el que empiecen a plantearse en serio nuevas fusiones. La crisis económica está obligando a las entidades financieras, especialmente a las de menor tamaño, a unirse para formar grupos más grandes y poderosos para poder sobrevivir. 


Las conclusiones del análisis no serán definitivas, pero sí darán una pista del futuro que se avecina que puede ir, básicamente, en dos direcciones: la absorción de pequeñas entidades por parte de grandes grupos o la unión entre pequeños bancos para formar grandes compañías. Y parece ser que gana puntos la primera opción, para conseguir un grupo fuerte con un líder claro.

España ha sido uno de los países más afectados por los procesos de fusión. Actualmente, sólo quedan dos de las 45 cajas de ahorro que había en 2007. El resto, reconvertidas en bancos, han ido sumando fuerzas con otras entidades hasta quedar en las 14 actuales. Aún así, los analistas apuntan a que son demasiadas y que esa cifra se rebajará en los próximos dos o tres años, por lo que auguran nuevas fusiones en busca de mayor eficiencia.


Lo que es inevitable es el proceso de digitalización en el sector, premisa básica para poder mantenerse. Las entidades que se estanquen y no suban al tren digital, desaparecerán sí o sí. En este punto la opinión de los expertos es unánime. Herramientas online y aplicaciones para móviles están a la orden del día para ganar eficacia. También los clientes deben acostumbrarse a esta nueva forma de hacer banca ya que, según apuntan desde Banco Santander, por ejemplo, el 90% de las transacciones se harán fuera de las oficinas en un horizonte no lejano.


Otro organismo que se ha pronunciado recientemente sobre la situación en nuestro país es el FMI. En su último informe señala que vender las par­ti­ci­pa­ciones en Bankia y BMN antes del lí­mite fi­jado a fi­nales de 2017 e ini­cios de 2018 po­dría ser más di­fí­cil. Según el Fondo Monetario Internacional, el valor ac­tual de estas en­ti­dades se man­tiene por de­bajo del ob­je­tivo de venta.


Más cifras.
El beneficio de los bancos ha crecido cerca de un 40% durante el primer semestre del año, comparado con el mismo periodo del ejercicio anterior. Sin embargo, los ciudadanos no acaban de percibir esa mejoría ya que el número de desempleados sigue siendo muy elevado, las condiciones laborales se han visto mermadas y crecen los contratos temporales; además, el crédito no termina de afianzarse.


La rebaja salarial se nota, sobre todo, en las empresas más pequeñas. Los sueldos se han reducido desde 2011, tres veces por encima de la media en las compañías con menos de 50 trabajadores. También se han visto especialmente perjudicados aquellos empleados que perdieron su puesto y encontraron otro, pero con un salario menor, o los que tienen contratos a tiempo parcial.


Precisamente, más de 90% de las contrataciones realizadas en 2015 son temporales. Incluso, en el mes de julio, el 25% eran de siete días o menos debido a la estacionalidad veraniega, fundamentalmente. Como dato positivo a destacar, la duración media de los contratos a 31 de julio era de 54 días, cuando la media el año pasado se situaba en los 50 días.


Y un último apunte que afecta al bolsillo. Los trabajadores españoles se sitúan entre los que menos cotizan para su pensión. En conjunto, la Seguridad Social recibe el 28,3% del salario de cada trabajador para financiar esta prestación. Los austriacos son los europeos con una contribución más alta, casi el 40%. En el lado opuesto, se colocan los daneses, que apenas aportan un 3%, ya que en Dinamarca están muy implantados los sistemas privados de pensiones.