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"Estar en FINE supone asegurar nuestro futuro”

Miércoles, 31 de mayo de 2017  

La destrucción de empleo, las consecuencias de posibles fusiones, el cierre continuo de oficinas o los imparables avances tecnológicos que vive el sector, son algunas de las principales preocupaciones de Luis Marino Badiola. Para el Delegado Territorial Noroeste del STS, pertenecer a FINE es la mejor vía para defender las condiciones laborales e intereses de la plantilla, ya que permite tener presencia en la Mesa Negociadora del Convenio con voz y voto.
 
 
- ¿Por qué crees que FINE es el sindicato que debe representar a los empleados de las entidades financieras?
 
El primer motivo, por su independencia; el hecho de aglutinar a diversos sindicatos, con una ideología común, con la independencia como seña de identidad es un factor relevante. Convencidos de que la unión hace la fuerza, FINE se consolida como la formación sindical independiente líder del sector financiero.
 
- ¿Qué significa para vosotros pertenecer a FINE?
 
Para S.T.S. (Sindicato de Trabajadores del Santander), estar en FINE es asegurar nuestro futuro sindical, lo que permitirá aumentar nuestro número de afiliados a nivel nacional y contar con mayor presencia y negociación ante la Empresa.
 
Formar parte de FINE, es estar integrados en la primera fuerza sindical independiente, con unos 950 delegados y casi 30.000 afiliados, lo que permitirá estar en la Mesa Negociadora del Convenio con voz y voto.
 
- ¿Cuáles son las principales preocupaciones a las que os enfrentáis?
 
Sin duda la destrucción de empleo en el sector, motivado por las fusiones previstas, el cierre incesante de oficinas y los grandes avances tecnológicos que están por venir, son nuestras principales preocupaciones, pero no las únicas.
 
Además, las nuevas contrataciones en las entidades bancarias se enfrentarán a dos grandes retos: no llegarán en el corto plazo y los empleados tendrán sueldos de mileuristas.
 
- ¿Y vuestras líneas de actuación? ¿Qué asuntos hay pendientes para los empleados?
 
Nuestra principal actuación es estar cerca de los trabajadores, aclarando sus dudas, informándoles puntualmente y escuchando sus demandas para así tratar de solventar sus necesidades.
 
Seguimos pendientes de la conciliación familiar, preocupándonos especialmente por los traslados motivados por el cierre de oficinas que tanto afectan a las familias y cómo no por que mantengan sus compromisos de igualdad profesional y salarial para las trabajadoras del sector.
 
- ¿Cuáles son los principales problemas derivados de la transformación del banco en oficinas Smart Red?
 
Sin duda la edad de nuestros clientes, que especialmente en Galicia, no se han incorporado en un porcentaje elevado a las nuevas tecnologías; sin embargo, se hace necesaria esta transformación pionera en la banca, para dar mejor servicio, usando la cita previa y buscando la privacidad y modernidad de las oficinas que van dotadas de todos los medios modernos necesarios.
 
Somos reacios siempre a cualquier cambio, pero entendemos necesaria y positiva esta transformación.
 
- De las 1.400 personas que se iban a ver afectadas por el ERE, ¿cómo se vio incrementado y cuál es la situación actual?
 
La realidad es que, al final, hubo 2.083 bajas en nuestro banco, incluyendo despidos y prejubilaciones. Y, actualmente, estamos a la espera de más prejubilaciones. Además, y esto es importante, estamos pendientes de las posibles fusiones que podrían cerrarse en breve plazo y que podrían incrementar sustancialmente estas cifras, lo que afectaría una vez más a la plantilla.
 
- ¿Cómo están afrontando los empleados del Banco Santander la nueva reglamentación del MIFID II?
 
Con muchas dudas y esfuerzo, dado que los temarios son muy espesos e incluyen materia muy compleja. Los empleados necesitamos tiempo para realizar los cursos y estudiar los temas, pero nuestras jornadas siguen siendo maratonianas. Si a eso le sumamos los recortes de empleo que sufrimos, es cada vez más difícil sacar adelante al trabajo, atender a los clientes y gestionar las ventas. Esta situación está provocando que muchos compañeros terminen por llevarse los cursos a casa para poder hacer frente a los estudios y al día a día laboral.