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En nuestro repaso semanal con algunas de las noticias más destacadas nos hemos hecho una pregunta. Puede parecer simple u obvia pero en realidad es la que nos viene a la cabeza cuando conocemos las medidas que desde las cúpulas directivas se toman para asegurar las condiciones de sus negocios. ¿Se darán cuenta de que los ajustes afectan a personas y no solo a modelos de expansión, crecimiento o saneamiento?

CaixaBank ha iniciado ya los primeros trabajos para integrar la filial española de Barclays. Previa a esta absorción, la entidad que preside Isidro Fainé ha comenzado su primer ajuste de oficinas. Cerrará 196 sucursales, medida que afectará a 500 empleados. Una parte de esta plantilla pasará a otras agencias, lo que supone un cambio de tendencia sobre otras últimas integraciones, cuando ha cerrado sucursales tras absorber a otra entidad.

Desde CSICA pedimos garantías para la plantilla y solicitamos a la entidad que, sin olvidarse de sus objetivos, tenga en cuenta a quienes son el verdadero motor del trabajo diario, los empleados.

Este martes, se celebró una nueva reunión de la Comisión de Seguimiento del expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) en Liberbank y desde CSICA no hemos querido quitar ojo a los traslados de personal y las ayudas de guardería para evitar que se cometan posibles abusos.

Como se recordará, la movilidad geográfica en principio estaba prevista para los empleados de las sucursales cerradas dentro del plan de reestructuración de Liberbank aprobado por Bruselas. ¿Pero qué ocurre si trabajando en Málaga, Levante o Cataluña, destinan a un empleado a Asturias o Cantabria? ¿No existen motivos para pensar que se están intentando forzar bajas? ¿Acaso no existen otros destinos o se puede hacer una reforma menos radical para los empleados?

CSICA espera que Liberbank no siga usando constantemente la movilidad geográfica como arma arrojadiza para que centenares de trabajadores pidan la baja de la entidad, y con ello, la amortización de cientos de puestos de trabajo. En nuestra opinión, se trata de una táctica lamentable que constituye un claro supuesto de abuso de derecho.