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En plena negociación del convenio colectivo, y con una postura intransigente de la ACARL, el diario económico Cinco Días publica que Bankia está preparando una ofensiva para romper los horarios en el sector, implantando turnos de mañana y tarde a sus gestores. Según la información publicada por ese periódico, la entidad “busca vías para reforzar su músculo comercial y flexibilizar los horarios de los gestores de carteras del banco para que den servicio a sus clientes desde las 8.00 horas hasta las 19.00 en jornadas partidas”. Según fuentes financieras citadas por Cinco Días, Bankia “puede implantar unilateralmente estos nuevos horarios sin necesidad de que sean aprobados por los sindicatos”.

Otros cambios se avecinan para los trabajadores del ‘call center’ de Banco Santander. Ana Botín pone a la venta Grupo Konecta que cuenta con 23.000 empleados. La sociedad, controlada por Banco Santander, ha sido puesta a la venta por un valor de entre 300 y 400 millones.

Las entidades no sólo viven movimientos en el capítulo de personal, además, deben evolucionar para captar a los clientes más jóvenes que buscan nuevas formas de comunicación con su banco. La inmediatez se impone en este siglo XXI y la brecha generacional puede ser el mayor handicap al que se enfrente el sector si no se sube al carro de las nuevas tecnologías. Así lo advierten los especialistas. Según un estudio realizado por la firma tecnológica Fico, el 32% de los jóvenes menores de 24 años prefiere utilizar Apple Pay o Google Wallet en su móvil. Sin embargo, el porcentaje de uso  de estas herramientas se rebaja a la mitad a partir de los 35 años. Es decir, los clientes del futuro, cada vez más cercano, optan claramente por las nuevas tecnologías y la banca debe ofrecerles esos servicios para mantener su negocio.

Todos estos cambios se enmarcan, además, en un periodo de crisis iniciado hace ya varios años, el más acusado de los últimos tiempos, y una completa renovación del mapa financiero que en España ha supuesto la casi total desaparición de las cajas de ahorro y su reconversión en bancos. 

En nuestro país conviven Banco Santander, BBVA, Caixabank, Popular y Banco Sabadell con otras entidades de tamaño mediano como Abanca, Liberbank, BMN, Banca March o Bankia. Los más grandes, especialmente, miran al exterior ya que su futuro pasa por la internacionalización; pero también la banca mediana fija sus ojos en los mercados exteriores. 

Actualmente el objetivo no es hacerse más grandes, en tamaño, si no conseguir más rentabilidad.