Esta semana conocíamos que el Tribunal Supremo ha decidido admitir a trámite el recurso de casación presentado por Liberbank contra la sentencia de la Audiencia Nacional que anuló el expediente de regulación de empleo (ERE) que llevó a cabo el banco de junio a diciembre del año pasado. Ahora el Alto Tribunal deberá decidir si desestima el recurso, ratificando la sentencia de la Audiencia Nacional, o lo estima. Esto se traduce en que al menos hasta dentro de un año no habrá una decisión definitiva sobre el asunto y, en consecuencia, los trabajadores tendrán que esperar todo este tiempo para recuperar el dinero del ERE anulado.
El 14 de noviembre de 2013, la Audiencia Nacional decidió anular tanto el expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) acordado por Liberbank con UGT y CCOO el 25 de junio de ese mismo año, como el ERTE unilateral que había anunciado unas semanas antes el banco. La Audiencia Nacional entendió que hubo “vulneración de la libertad sindical”. Tras esta sentencia desfavorable, Liberbank decidió presentar un recurso de casación ante el Tribunal Supremo.
Desde CSICA confiamos en que se ratifique dicha sentencia que obliga a reponer a los trabajadores las condiciones anteriores a las medidas adoptadas por la dirección de la entidad.
En cuanto a Catalunya Banc, el Estado, a través del FROB, acompañará a los fondos de inversión interesados en comprar la cartera de 6.500 millones en hipotecas problemáticas de la entidad para evitar más ayudas públicas directas. Al parecer, la idea es crear un fondo de titulización de activos respaldado por las hipotecas problemáticas y que esté participado, en primer lugar, por los inversores, y en segundo, por el propio FROB.
Sobre la subasta de Catalunya Banc, parece ser que la entidad francesa Société Générale es, además de los grandes bancos españoles, una de las entidades interesadas en hacerse con la nacionalizada, cuyo plazo de presentación de ofertas vinculantes por la entidad se ha alargado del 14 al 18 de julio.
En lo referente a Abanca, Francisco Serna, secretario del consejo de administración en NCG, también ha dejado la entidad.Fue el responsable del complejo proceso legal de la fusión de las dos cajas, de la redacción de los estatutos, de la conversión de caja a banco y de la elaboración de su marco legal. Todo ello le ha convertido en un experto en operaciones corporativas. El cargo ha sido ocupado por Eduardo Álvarez Naveiro que es un hombre de la máxima confianza del consejero delegado, Francisco Botas, y del presidente de Banesco, Juan Carlos Escotet.
La cúpula de Caixabank ha sufrido cambios. El consejo de administración de la entidad aprobó esta semana el cese de Juan María Nin como vicepresidente y consejero delegado de la entidad presidida por Isidro Fainé. En su lugar se nombró a Gonzalo Gortázar como consejero delegado y a Antoni Massanell como vicepresidente. Gortázar era director general de CaixaBank y antes fue consejero delegado de Criteria. Massanell, se ocupará del área internacional y la inmobiliaria. Por último, otro ejecutivo emergente es Juan Antonio Alcaraz: amplía y refuerza sus funciones como director general de Negocio de CaixaBank, con responsabilidades sobre Banca Comercial y Banca Mayorista.
Por otra parte, CaixaBank cree que sus costes salariales pueden representar una carga con el tiempo y quiere abaratar las remuneraciones de sus 29.000 trabajadores para mejorar la eficiencia. El banco plantea reducir en un 10% la masa salarial -unos 200 millones de euros- tocando múltiples teclas retributivas que, no obstante, ha suavizado frente a una propuesta inicial de máximos que perseguía ahorros del 20%.