Ya hay acuerdo laboral entre la dirección de BBVA y los sindicatos de Catalunya Banc para la reordenación de la plantilla de la entidad catalana. Finalmente habrá una reducción de la plantilla de 1.557 personas, que se hará a través de la desvinculación de 1.157 personas y la incorporación de 400 empleados a la plantilla de BBVA. En un primer momento, la dirección del banco había propuesto 2.000 bajas, que luego había recortado hasta 1.901.
De los 1.557 empleados afectados finalmente por el ERE, se podrán prejubilar un total de 631 trabajadores de 55 o más años, cobrando un 70% del salario bruto hasta los 63 años. Otros 150 trabajadores podrán acogerse a una excedencia remunerada con derecho a retorno, mientras que se ha pactado un máximo de 75 ‘dimisiones voluntarias’, fórmula pensada para personas entre 50 y 54 años. A los menores de 50 años interesados en dejar la entidad, se les abonará una indemnización equivalente a 30 días por año trabajado con un máximo de 30 mensualidades más una prima adicional proporcional a su antigüedad.
Además, se igualarán las condiciones laborales de los trabajadores de Catalunya Banc con respecto a las existentes en BBVA, que tendrá efecto desde el 1 de enero de 2016.
Para CSICA es muy importante haber podido alcanzar un acuerdo para poner fin a la incertidumbre de la plantilla, que lleva meses a la deriva sin saber cuál sería su futuro. Para CSICA lo más importante es el mantenimiento del empleo y lamentamos enormemente que los trabajadores tengan que pasar nuevamente por un ajuste laboral.
El horario, la sistemática comercial y los recientes despidos que se están viviendo en el seno de Abanca están provocando un malestar general en el entorno de la plantilla, que se encuentra nuevamente viviendo un período de incertidumbre. Una situación, que a juicio de CSICA en Abanca, está provocando “miedo y desmotivación” entre los empleados.
El la última reunión mantenida con los directivos del banco, CSICA ha trasladado todas las inquietudes que se están viviendo actualmente, haciendo incidencia en las condiciones de trabajo con el objetivo de que mejore el clima laboral y se ponga fin a esa incertidumbre. CSICA puso sobre la mesa el buen trabajo que están realizando los empleados, defendiendo sus derechos. Un encuentro positivo que nos ha dado la posibilidad de transmitir el “sentir común de la plantilla”, confiando en que desde Abanca se tomen decisiones que contribuyan a mejorar la situación que se está viviendo actualmente.
Buenos datos para CaixaBank, que ha obtenido un resultado neto atribuido de 708 millones de euros durante el primer semestre del ejercicio 2015, un 75% superior al del mismo periodo del año anterior. El resultado obtenido se apoya en la fortaleza del negocio bancario, en la mejora de la calidad de los activos y en la solidez financiera.
La actividad comercial se ha visto reforzada por la incorporación de Barclays Bank, que ha impulsado el crecimiento del margen de intereses, los ingresos por comisiones, los créditos sobre clientes y los recursos de clientes. Además, ha habido un descenso de la ratio de morosidad en el trimestre en todos los segmentos, hasta situarse en el 9%. De este modo, CaixaBank mantiene su posición como una de las entidades más solventes del sector financiero español y europeo.
Por otro lado continúa la polémica en torno al cobro de comisiones en los cajeros automáticos. Los tres grandes bancos del panorama financiero español, La Caixa, Santander y BBVA, coinciden en cobrar dos euros a todos aquellos que intenten sacar dinero de sus cajeros con una tarjeta emitida por otra entidad. La nueva tarifa impuesta por la gran banca implica que ahora la comisión será doble.
Banco Sabadell ya anunció que se lo estaba planteando y podría ser la siguiente en dar el paso. Por el contrario, Bankia, Bantierra y Bankinter han anunciado que no cobrarán por sus cajeros, al menos de momento. Por este motivo, las principales organizaciones de consumidores, OCU, Facua y Adicae, han denunciado esta práctica, ya que consideran que son ilegales porque en muchos casos esa comisión se suma a la que cobra el emisor de la tarjeta.
Por esta razón, las tres organizaciones han presentado denuncias ante el Banco de España contra esta política, exigiendo a la institución que tomase medidas para evitar que se cobre dos veces a un mismo usuario por una única operación. El regulador ha emitido ya un comunicado, en el que advierte a las entidades financieras de que, efectivamente, no pueden cobrar dos comisiones en una misma operación, una por parte del dueño del cajero y otra del emisor de la tarjeta. Habrá que esperar cómo termina esta “guerra”.