El próximo lunes celebramos nuestro Congreso. Será el primero tras auparnos como segunda fuerza sindical en el sector tras las elecciones celebradas hace unos meses. La reunión del Congreso nos pilla en pleno proceso de negociación del convenio colectivo, aún sufriendo los efectos de la grave crisis económica que se ha cebado en el sector con el cierre de oficinas, despidos, expedientes de regulación de empleo, merma en las condiciones laborales, etc. Desde CSICA os aseguramos que no vamos a permitir que la patronal, la ACARL, se aproveche de la situación. Nuestro único objetivo: defender a los empleados.
La movilidad geográfica forzosa que pretendía implantar CaixaBank en la negociación del ERE ha sido finalmente retirada por la entidad. Con esta decisión se abre una nueva etapa en el diálogo sobre el expediente de regulación de empleo que afectará a unos 750 trabajadores.
Según un informe de CECA, desde 2008 hasta marzo de 2015 un tercio de las plantillas de las antiguas cajas de ahorro, unas 41.000 personas, se han quedado sin trabajo en el proceso de reconversión del sector que ha supuesto el cierre de más de 8.600 sucursales. El estudio refleja que la rebaja de empleados ha sido más profunda en los servicios centrales debido, entre otros motivos, a las fusiones y absorciones entre entidades. Apunta también que la mayoría de los nuevos bancos ya han cerrado prácticamente los procesos internos de ajuste de plantillas.
Y la pregunta de la semana es “¿estamos preparados para ser empleados ultraflexibles?”. El diario económico Expansión ha analizado los contratos “zero hours”, de moda en Reino Unido, que viene a ser trabajo a demanda, jornada variable y por un tiempo indeterminado, es decir, ningún tipo de seguridad laboral por lo que algunos expertos se cuestionan si lo que nació con intención de aportar flexibilidad laboral se ha convertido en precariedad encubierta.
Según los cálculos de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, el sector financiero español ha recibido más de 94.000 millones en ayudas entre 2008 y 2013, montante sólo superado por Alemania y Reino Unido, con más de 140.000 millones respectivamente. Este dato sitúa a España en el tercer país de la Unión Europea con más ayudas a la banca durante la crisis.
Para aumentar la rentabilidad, la banca está planteando diferentes medidas, que algunos ya han puesto en marcha, como el cobro por el uso de sus cajeros a los no clientes. Hay más de 60.000 cajeros repartidos por toda la geografía nacional que, cada vez más, se van utilizando como “oficinas” para numerosas gestiones. Y el BCE está impulsando una iniciativa para poner en marcha una infraestructura común con la que incentivar los pagos con móvil en tiempo real.
Todo esto mientras hemos conocido que España es el tercer país de Europa más afectado por la acción de los cibercriminales bancarios. En todo el mundo el número de perjudicados ha pasado de 4.000 a 9.000 en pocos meses.
En la línea de digitalizar las entidades, cada vez son más las que no quieren dejar pasar el tren de las nuevas tecnologías. Abanca está preparando su expansión por todo el territorio nacional con un modelo online con el que pretende captar nuevas cuotas de mercado.