El fondo planea una venta informal en 2025 para intentar obtener más de 4.000 millones, un precio que se puede rebajar tras levantarse el pago de dividendos.
Lone Star planea colgar el cartel de venta a Novo Banco en 2025. Al menos, de manera informal y antes de sacar a Bolsa a la cuarta entidad más grande de Portugal, como trasladan a Vozpópuli distintas fuentes financieras. El fondo propietario sondeará a los posibles candidatos, como los grandes bancos españoles, para detectar si están dispuestos a pagar una cantidad de entre 4.000 y 5.000 millones de euros.
El momento, como señalan fuentes conocedoras, será justo antes de activar el botón para saltar al parqué, previsto para el próximo año. Fuentes oficiales de Lone Star prefirieron no hacer comentarios al respecto.
"El levantamiento del pago de dividendos podría rebajar el precio de la venta, lo que acercaría la operación a entidades como CaixaBank y el portugués BCP
El fondo estadounidense compró el 75% de Novo Banco en 2017. El 25% restante se reparte entre el Tesoro portugués y el Fondo de Resolución del Banco de Portugal, este último financiado por las cuotas anuales de todas entidades privadas del país. El banco heredó los activos sanos del extinto Espírito Santo y tiene en la actualidad 47.000 millones de euros en activos.
CaixaBank, el favorito en las quinielas
Entre los candidatos se apunta sobre todo a CaixaBank, con quien ha habido acercamientos informales desde hace meses. El banco presidido por José Ignacio Goirigolzarri opera en el país vecino a través de BPI, del que controla el 100% desde hace cinco años. De lanzarse a comprar Novo Banco, superaría en tamaño al Banco Comercial Portugués (BCP), uno de los más grandes del país, con casi 90.000 millones en activos y una cuota de mercado cercana al 20%.
La cúpula de CaixaBank apuesta en público por seguir apostando en Portugal por el crecimiento orgánico a través de BPI, aunque siempre sin descartar oportunidades de mercado.
Los propietarios de Novo Banco tienen un 'as' en la manga que podría rebajar el precio de la operación, como apuntan las fuentes consultadas. Presenta una ratio de capital de máxima calidad del 20% y prepara un dividendo que podría ascender a unos 1.000 millones tras el fin del veto impuesto en su venta hace siete años.
"Cuando Lone Star compró la mayoría del capital, Novo Banco tenía un valor de unos 1.300 millones. Una venta por 4.000 millones multiplicaría por seis las ganancias con las que la entidad prevé cerrar 2024
Tras este pago, la entidad gozaría aún de una ratio de solvencia elevada, del entorno del 13%, como calculan fuentes financieras, y tanto Lone Star como el Estado luso recuperarían dinero antes de una eventual venta. Esta posibilidad, como apuntan las fuentes consultadas, podría rebajar las aspiraciones de los propietarios y lograr un múltiplo en la operación de seis veces sobre los beneficios esperados para 2024.
En 2017, cuando adquirió la mayoría del capital el fondo norteamericano, Novo Banco tenía un valor aproximado de unos 1.300 millones.
En el sector también se considera que Santander podría lanzarse a por Novo Banco, con lo que el grupo presidido por Ana Botín crearía una entidad que rondaría los 100.000 millones en activos en el país vecino. Aunque algunas fuentes enfrían su interés.
El Gobierno luso, receloso de los españoles
Así pues, el gran competidor para CaixaBank sería el Banco Comercial Portugués (BCP), la entidad financiera privada más grande de Portugal, que estaría dispuesta a hacer un esfuerzo para comprar un banco rescatado con dinero público.
De hecho, sería la opción preferida por el Gobierno de Portugal, que no ve con buenos ojos que el banco saneado del Espírito Santo acabe en manos de una entidad española. En el seno de las autoridades lusas, según coinciden distintas fuentes financieras, existe un fuerte recelo a que los bancos procedentes de España aumenten su negocio en el país a costa de compras.